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LA FAMILIA CRECE

  • LolaOjeda
  • 22 abr
  • 2 Min. de lectura

Nuestro “trabajo” con Awe – tres años con nosotros – ya con residencia y contrato de trabajo; con Bilal – dos años con nosotros, también con residencia y contrato en prácticas; con Abdellah, un año y medio con nosotros y habiendo presentado expediente de arraigo por formación, a la espera de recibir en los próximos meses el NIE; e Idir, también un año y medio en la Asociación y en Mayo presentaremos a extranjería su expediente para solicitar el arraigo Socio-Laboral; como digo, nuestro “trabajo” con ellos estaba encauzado y nos sentíamos satisfechos de ver como con paciencia y constancia, los objetivos se van cumpliendo; pero sobre todo, gracias al esfuerzo de ellos.


Pero, por otro lado, cada día recibimos más solicitudes. Nos preocupa no ser capaces de manejar con eficacia las situaciones personales que se nos plantean, de más chicos en situación de calle que quieren salir de ahí y encontrar una vía que les permita llegar a la residencia y un contrato. Nos sentimos cómodos con 4 chicos, conseguimos los recursos necesarios para mantenerlos y el tiempo para acompañarles. Pero las solicitudes continúan llegando con insistencia, y es que las necesidades crecen. Las instituciones amigas, los que nos conocen nos llaman: “Tenemos un chico que va a ir a la calle, en el recurso donde está le han dicho que tiene que irse; nos da mucha pena, es muy buen chico, viene con nosotros a hacer de voluntario, asiste a los cursos de castellano y catalán,… ¿No podéis acogerle?


¿Y para qué estamos sino es para esto? ¿Por qué cuatro y no cinco?


Así llegó a casa Abdoul, de Níger, el quinto. Ha sido muy bien recibido por Awe, Bilal, Abdellah e Idir. Llegó serio, con la mirada baja, y callado. Solo hablaba si le preguntabas directamente a él, y normalmente en voz tan baja que le tenías que pedir que lo repitiese más alto. Hoy ya sonríe y responde con más voz.

Pero la cosa no podía terminar ahí. Hace un mes, de nuevo, otra llamada, insistente; quienes lo conocen lloraban al explicarnos y nos pedían un hueco más. Así pues, hoy con Assana ya son seis.


Seis huéspedes maravillosos, que son el Espíritu, el Alma de Associació Loles!!



 
 
 

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